Boadilla del Monte cuenta con 308 instalaciones de piscinas, de las cuales 187 corresponden a comunidades de propietarios de más de 30 viviendas, objetivo de la nueva campaña de vigilancia y control sanitario del Ayuntamiento. El objetivo de estas inspecciones es garantizar la calidad del agua y el cumplimiento de la legislación sanitaria básica, nacional y autonómica.
Las revisiones de las piscinas se realizan de forma aleatoria. Durante las mismas se comprueban los elementos de seguridad, las condiciones higiénico-sanitarias del agua y el sistema de depuración. También si hay socorrista.
"Si la inspección detecta algún incumplimiento de la normativa, el técnico municipal levanta el acta correspondiente para que se proceda a la subsanación del problema. Si la deficiencia no es compatible con que la instalación permanezca abierta, esta deberá cerrarse hasta que se corrija el defecto", han señalado fuentes del Consistorio boadillense.
La campaña es anual.
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